Despois de case 10.000 km viaxando con caravana, conto aquí a nosa experiencia de como é moverse nun coche híbrido con ela, xa que apenas encontrei información ao respecto antes de mercar o coche. Ademais, durante as viaxes xa me teñen preguntado xente ao respecto, tendo en conta que cada vez é máis frecuente este tipo de vehículos.
O vehículo:
O coche é un Toyota Corolla híbrido con motor de 180 CV, matriculado en xullo de 2021. O principal problema que en principio ten este coche (e que xa coñecía cando o merquei), é que o peso máximo autorizado para remolcar é de 750kg, o que limita moitísimo a caravana a remolcar, xa que cada vez se fan menos caravanas con menos de ese peso.
A caravana:
Buscar unha caravana de menos de 750kg non é doado, especialmente se queres unha nova ou con pouco uso. Así que nos decantamos por unha das poucas opcións que había nese momento: a Adria Aviva 360DK. É unha caravana de 2 ambientes, con 4 prazas para durmir e con baño. Temos que recoñecer que tivemos moita sorte, xa que a compramos nova e ben de prezo, xusto antes de que se deixara de vender con MMA inferior a 750kg.
Hai suficiente potencia para tirar da caravana?
Tendo en conta que o peso máximo que pode remolcar este vehículo está moi próximo ao peso máximo da caravana, podería parecer que este coche vai algo xusto de potencia. Aínda que ese era un dos meus temores cando comprei o coche e a caravana, desapareceu completamente cando empecei a facer os primeiros quilómetros con ela enganchada.
O coche tira perfectamente de ela mesmo en costas de moita pendente e outras situacións desfavorables como forte vento en contra, polo que non hai en absoluto ningún problema de potencia. O motor revoluciónase máis nas costas arriba e nas aceleracións, algo lóxico debido ao peso extra, mais responde moi ben. Iso si, isto non creo que fose igual co motor de 120CV, xa que eses cabalos de menos si que se poden notar en pendentes moi pronunciadas. (se alguén ten este modelo con esta potencia e leva unha caravana, anímolle a escribir un comentario explicando como vai nestas situacións).
Como responde nos descensos pronunciados?
Outro medo que tiña eu é como respondería nos descensos este modelo, xa que este Toyota Corolla híbrido non ten caixa de cambios, e así non podería axudar á retención nas baixadas. Neste aspecto, tamén non vin problema nos descensos que teño feito, algún deles bastante importante. Conducindo coa palanca en D (100% automático), o motor térmico e eléctrico fan a retención perfectamente de forma automática. De todos os xeitos, se se quere aumentar a retención nalgunha situación, non hai máis que poñer a palanca na posición de manual e reducir relacións, así irá aumentando a retención do motor.
Consumo e autonomía
Se falamos de consumo, hai que dicir que evidentemente aumenta bastante, debido ao peso extra e a mala aerodinámica da caravana. De todos os xeitos, non me parece un exceso de combustible esaxerado. En estradas convencionais, teño feito consumos medios normalmente entre os 7,5 litros e 9 litros aos 100km, dependendo do vento e a orografía. En autopista como é lóxico o consumo é maior (eu nunca supero os 90km/h), así que de media estaría entre os 9 e os 15 litros por 100km, este último con situacións de vento forte en contra e certas pendentes. Tendo en conta o que aumentan os consumos en todos os vehículos tirar cunha caravana, non me parece un consumo alto.
Outro tema é a autonomía. O depoósito de combustible de só 45 litros fai que se o consumo excede dos 10 litros de media, sobre todo en autopista con vento, haxa que facer paradas frecuentes nas gasolineiras. Por esta razón, aos que coma min non lles guste nada circular co depósito preto da reserva, terán que parar a poñer gasolina mesmo antes de facer 200km, cousa que pode ser un pouco molesta á hora de viaxar.
Conclusión:
Polo tanto, este híbrido coa caravana é unha excelente opción en xeral, sen problemas de potencia, retención en costas e consumo. O único «pero» é a autonomía, que está limitada pola capacidade do seu depósito de combustible. Polo demais, todo perfecto.
E como é habitual neste blogue, se tedes algunha dúbida ou se queredes deixar un consello máis, non dubidedes en escribir un comentario,
Ya llevamos unos cuantos años haciendo viajes en coche por Europa. La novedad, esta vez, es que decidimos comprar una caravana, con el objetivo de no tener que depender de los alojamientos en temporada alta, ahorrar costes y, sobre todo, hacer el viaje más llevadero para nuestro hijo Xaquín, que ya tiene cuatro años. Comparto aquí como fue este viaje, nuestra primera vez en caravana, por varios países europeos; indicando también, como es de costumbre en este blog, diversos consejos y el gasto del viaje.
Los primeros días: De Galicia a Girona
Salimos de Galicia sin caravana, ya que la teníamos encargada desde hace unos meses en el concesionario de Girona Ormar Caravan. Por esa razón, llevábamos el coche cargado hasta los topes de todo lo necesario para todos los días que nos quedaban por delante: ropa, sábanas, material de cocina, las bicicletas, mesas y sillas de camping,… Decidimos hacer esta primera etapa en tres días, para que no se le hiciera muy pesado a Xaquín, parando por ejemplo en Zaragoza y Girona .
El contacto con la caravana.
Ya en Girona, quedamos con el encargado del concesionario de la caravana a primera hora de la mañana, para que nos explicara bien como era el funcionamiento de la misma. Nosotros, aunque sí teníamos algo de experiencia alquilando autocaravanas, esta era nuestro primer contacto con el mundo de la caravana, por lo que pensamos que era bueno dedicarle tiempo a conocer bien su funcionamiento. La verdad es que, salvo lo que es lo enganche el vehículo, el funcionamiento general lo vimos muy parecido.
Lo más complicado vino después, cuando comenzamos a circular con la caravana por carretera, ya que la conducción es completamente diferente. De todas formas, este primer día, escogimos un camping cerca en Sant Pere Pescador, para no andar muchos kilómetros e irnos acostumbrando a ella poco a poco. De paso, aprovechamos para conocer un poco el Parc Natural de l’Emporda.
Los primeros kilómetros en Francia.
Después de un par de días en Sant Pere Pescador, salimos hacia Francia con el objetivo de hacer kilómetros al Norte. La primera parada fue Gallargues-le-Montueux, un pueblo muy tranquilo rodeado de campos de lavanda. Este primero trayecto largo con la caravana lo llevé bastante bien, aunque había mucho viento en la A9 entre Narbona y Montpelier.
Al día siguiente llegamos hasta un camping cerca de Vienne, no muy lejos de Lyon. Aquí, escogimos estar dos noches, para ver bien sobre todo las ruinas romanas de Vienne.
Continuando en Francia, y tras hacer una parada en el lugar de Ranchot, pasamos unos días en la Alsacia, muy cerca de la frontera con Alemania, Desde aquí hicimos una excursión a Basilia (Suiza) y otra la Mulhouse (para ver el museo del ferrocarril y el automóvil).
Alemania: al lado de los ríos Neckar y Rhin.
Dejamos la Alsacia francesa y seguimos hacia Alemania hasta la hermosa localidad de Neckargemünd, donde nos quedamos en un camping al lado del Río Neckar.
Aquí, aprovechamos para conocer Heidelberg, ciudad donde nunca paramos en otros viajes.
Después, continuamos más al Norte hasta Braubach, donde llegamos a otro camping también al lado de un río, en este caso el Rhin.
En este hermoso lugar, pasamos 5 días visitando muchos lugares cerca de los ríos Rhin y Mosela (Bacharach, Coblenza, Cochem, Ehremburg,…). La verdad es que estos lugares valen la pena para pasar unos días, aunque sea en medio de una fuerte ola de calor, como fue en nuestro caso.
Alemania: Parque Nacional de Eifel.
De lugares al lado del río, donde hacía mucho calor en esos días, cambiamos hacia la montaña, concretamente en el Parque Nacional de Eifel. Es un buen sitio para huir de las altas temperaturas al estar más al Norte y tener más altitud y bosques. Además, no es un lugar con demasiada saturación turística. Aquí, aprovechamos para dar algún paseo por el parque nacional, ver los paisajes , así como conocer el Ordensburg Vogelsang, un edificio que fue construido por los nazis como lugar de entrenamiento militar.
Holanda: Utrecht y Zelandia
Teníamos muchas ganas de llegar a Holanda. Primero, por ser un país de gran tradición en el uso de la caravana. Segundo, por ser también bien conocido por su infraestructura ciclista. Decidimos estar unos días en Utrecht, ya que queda bastante céntrico y nos permite ir a lugares bastante cerca como Amsterdam, que la recorrimos en bicicleta.
Después de Utrecht, escogimos cambiar a un lugar en la costa, concretamente en Zelandia, en un camping muy tranquilo cerca de Tholen. En esta zona, disfrutamos de las hermosas playas del Atlántico, aunque no vimos ninguna de las frecuentes focas que visitan la zona.
También aprovechamos para ver el Watersnood Museum y conocer toda la infraestructura de diques que tienen para mantener gran parte del País bajo el nivel del mar, así como protegerlo de los fuertes temporales del invierno. La verdad es que pasar estos días en Holanda con las bicis y la caravana fue un auténtico placer.
Bélgica.
No estuvimos demasiados días en Bélgica, solo lo suficiente para ver tres lugares que teníamos ganas de conocer y en los que nunca habíamos estado antes. Primero, el Autoworld de Bruselas, dada nuestra afición al mundo del motor. Después, el Fort Breendonk, un fuerte usado como campo de prisioneros por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
Por último, la ciudad de Malinas, una de las ciudades turísticas belgas que nos quedaba por ver después de Brujas, Gante y Bruselas.
El Norte de Francia.
La poca distancia de la frontera belga, nuestra primera parada de vuelta en Francia fue la localidad de Péronne. Aquí estuvimos tres días, para visitar una amplia zona del Somme, de mucha importancia histórica debido a los combates que se desonvolveron aquí durante la primera Guerra Mundial. En este lugar se pueden visitar restos de trincheras, cráteres de bombas,… así como también museos, como el Historial de la Grande Guerra de Péronne o el Museo Somme 1916 de Albert.
Además, cerca está la ciudad de Amiens, donde es obligatorio visitar su catedral gótica.
En Somme, también es una buena opción subir al tren turístico Petit Train de la Haute Somme, a veces con locomotora de vapor.
Algo más al Sur, hicimos una parada para ver otra hermosa ciudad, también con una catedral gótica: Rouen.
A Bretaña.
Para nosotros, la Bretaña es cómo estar en casa. Ya la hemos visitado en muchas ocasiones y pienso que la conocemos bastante bien. Nos gusta mucho su gastronomía (galettes, crepes, kouign-amann,…), las playas, los megalitos,… Por eso, decidimos parar aquí unos cuantos días, gran parte de ellos bajo una fuerte ola de calor, Aprovechamos para visitar algunos lugares (muchos de ellos ya los conocíamos de antes) como Sant Malo, Mont Saint Michel, Dinan, Combourg…o sus playas, donde se puede ver a simple vista subir y bajar la marea.
De camino al Sur.
Continuando por Francia cara el Sur hicimos dos paradas: la primera, cerca de Niort, para conocer el hermoso Parque Natural du MaraisPoitevin, todo un descubrimiento en esta zona.
La segunda, en las Landas, para pasar unos días en las interminables playas del Atlántico, rodeada de inmensos pinares.
La vuelta a casa.
En los últimos días del viaje, hicimos cuatro paradas con el objetivo de hacer más escalonada la vuelta a casa. La primera parada fue en Sumbilla, donde venimos las cuevas próximas de Zugarramundi y Urdax.
Las siguientes fueron las tres en Asturias: Colombres, Candás y Castropol, todos hermosos lugares cerca de la costa.
Tras una vuelta relajada y escalonada, finalizamos el viaje después de 49 días en caravana, más otros tres para ir a buscarla ate Girona. En total 52 días,en los que hicimos 7511.5 km en coche y 436 en bicicleta, que fueron una experiencia completamente nueva para nosotros, y de la que disfrutamos más de lo que esperábamos.
Gastos.
Total gastos del viaje, incluyendo absolutamente todo (campings, gasolina, peajes, comidas, cafés, bebidas, supermercados,….) en 52 días (teniendo en cuenta los 3 días de viaje a mayores para ir hasta Girona a por la caravana) para 2 adultos y un niño de 4 años: 6109.73 €, una media de 117.5 € por día.
Hasta aquí el diario de viaje de nuestro primer contacto con la caravana. Espero que os gustase y, como es habitual en este blog, se tenéis alguna duda o si queréis dejar algún consejo más, no dudéis en escribir un comentario.
Xa levamos uns cantos anos facendo viaxes en coche por Europa. A novidade, esta vez, é que decidimos comprar unha caravana, co obxectivo de non ter que depender dos aloxamentos en tempada alta, aforrar costes e, sobre todo, facer a viaxe máis levadeira para o noso fillo Xaquín, que xa ten catro anos. Comparto aquí como foi esta viaxe, a nosa primeira vez en caravana, por varios países europeos; indicando tamén, como é de costume neste blog, diversos consellos e o gasto da viaxe.
Os primeiros días: De Galiza a Girona
Saímos de Galiza sen caravana, xa que a tiñamos encargada desde hai uns meses no concesionario de Girona Ormar Caravan. Por esa razón, levabamos o coche cargado ate os topes de todo o necesario para todos os días que nos quedaban por diante: roupa, sábanas, material de cociña, as bicicletas, mesas e cadeiras de cámping,… Decidimos facer esta primeira etapa en tres días, para que non se lle fixese moi pesado a Xaquín, parando por exemplo en Zaragoza e Girona .
O contacto coa caravana.
Xa en Girona, quedamos co encargado do concesionario da caravana á primeira hora da mañá, para que nos explicase ben como era o funcionamento da mesma. Nós, aínda que si tiñamos algo de experiencia alugando autocaravanas, esta era o noso primeiro contacto co mundo da caravana, polo que pensamos que era bo dedicarlle tempo a coñecer ben o seu funcionamento.
A verdade é que, salvo o que é o enganche o vehículo, o funcionamento xeral pareceunos moi parecido. O máis complicado veu despois, cando comenzamos a circular coa caravana pola estrada, xa que a conducción é completamente diferente. De todos os xeitos, este primeiro día, escollimos un cámping preto en Sant Pere Pescador, para non andar moitos quilómetros e irnos acostumando a ela pouco a pouco. De paso, aproveitamos para coñecer un pouco o Parc Naturalde l’Emporda.
Os primeiros quilómetros en Francia.
Despois dun par de días en Sant Pere Pescador, saímos cara Francia co obxectivo de facer quilómetros ao Norte. A primeira parada foi Gallargues-le-Montueux, un pobo moi tranquilo rodeado de campos de lavanda. Este primeiro traxecto longo coa caravana leveino bastante ben, aínda que había moito vento na A9 entre Narbona e Montpelier.
Ao día seguinte chegamos ate un cámping preto de Vienne, non moi lonxe de Lyon. Aquí, escollimos estar dúas noites, para ver ben sobre todo as ruinas romanas de Vienne.
Continuando en Francia, e tras facer unha parada no lugar de Ranchot, pasamos uns días na Alsacia, moi preto da fronteira con Alemaña, Desde aquí fixemos unha excursión a Basilia (Suíza) e outra a Mulhouse (para ver o museo do ferrocarril e o automóbil).
Alemaña: á beira dos ríos Neckar e Rhin.
Deixamos a Alsacia francesa e seguimos cara Alemaña ate a fermosa localidade de Neckargemünd, onde nos quedamos nun cámping ao carón do Río Neckar.
Aquí, aproveitamos para coñecer Heidelberg, cidade onde nunca paramos noutras viaxes.
Despois, continuamos máis ao Norte ate Braubach, onde chegamos a outro cámping tamén á beira dun río, neste caso o Rhin.
Neste fermoso lugar, pasamos 5 días visitando moitos lugares ao carón dos ríos Rhin e Mosela (Bacharach, Coblenza, Cochem, Ehremburg,…). A verdade é que estos lugares pagan ben a pena para pasar uns días, ainda que sexa en medio dunha forte onda de calor coma foi no noso caso.
Alemaña: Parque Nacional de Eifel.
De lugares á beira do río, onde facía moita calor neses días, cambiamos cara á montaña, concretamente no Parque Nacional de Eifel. É un bo sitio para fuxir das altas temperaturas ao estar máis ao Norte e ter maís altitude e bosques. Ademais, non é un lugar con demasiada saturación turística. Aquí, aproveitamos para dar algún paseo polo parque nacional, ver as paisaxes , así como coñecer o Ordensburg Vogelsang, un edificio que foi construído polos nazis como lugar de adestramento militar.
Holanda: Utrechte Zelandia
Tiñamos moitas ganas de chegar a Holanda. Primeiro, por ser un país de gran tradición no uso da caravana. Segundo, por ser tamén ben coñecido pola súa infraestructura ciclista. Decidimos estar uns días en Utrecht, xa que queda bastante céntrico e nos permite ir a lugares bastante preto como Amsterdam, que a percorrimos en bicicleta.
Despois de Utrecht, escollimos cambiar a un lugar na costa, concretamente en Zelandia, nun cámping moi tranquilo preto de Tholen. Nesta zona, gozamos das fermosas praias do Atlántico, aínda que non vimos ningunha das frecuentes focas que visitan a zona.
Tamén aproveitamos para ver o Watersnood Museum e coñecer toda a infraestructura de diques que teñen para manter gran parte do País baixo o nivel do mar, así como protexelo dos fortes temporais do inverno. A verdade é que pasar estes días en Holanda coas bicis e a caravana foi un auténtico placer.
Bélxica.
Non estivemos demasiados días en Bélxica, só o suficiente para ver tres lugares que tiñamos gañas de coñecer e que nunca estiveramos antes. Primeiro, o Autoworld de Bruselas, dada a nosa afición ao mundo do motor. Despois, o Fort Breendonk, un forte usado como campo de prisioneiros polo exército alemán durante a Segunda Guerra Mundial.
Por último, a cidade de Malinas, unha das cidades turísticas belgas que nos quedaba por ver despois de Bruxas, Gante e Bruselas.
O Norte de Francia.
A pouca distancia da fronteira belga, a nosa primeira parada de volta en Francia foi a localidade de Péronne. Aquí estivemos tres días, para visitar unha ampla zona do Somme, de moita importancia histórica debido aos combates que se desonvolveron aquí durante a primeira Guerra Mundial. Neste lugar se poden visitar restos de trincheiras, cráteres de bombas,… así coma tamén museos, coma o Historial da Grande Guerra de Péronne ou o Museo somme 1916 de Albert.
Ademais, preto está a cidade de Amiens, onde é obrigatorio visitar a súa catedral gótica.
En somme, tamén é unha boa opción subir ao tren turístico Petit Train de la Haute Somme, ás veces con locomotora de vapor.
Algo máis ao Sur, fixemos unha parada para ver outra fermosa cidade, tamén con unha catedral gótica: Rouen.
A Bretaña.
Para nós, a Bretaña é como estar na casa. Xa a temos visitado en moitas ocasións e penso que a coñecemos bastante ben. Gústanos moito a súa gastronomía (galettes, crepes, kouign-amann,…), as praias, os megalitos,… Por iso, decidimos parar aquí uns cantos días, gran parte deles baixo unha forte onda de calor, Aproveitamos para visitar algúns lugares (moitos deles xa coñecíamos de antes) como Sant Malo, Mont Saint Michel, Dinan, Combourg…ou as súas praias, onde se pode ver a simple vista subir e baixar a marea.
De camiño ao Sur.
Continuando por Francia cara o Sur fixemos dúas paradas: a primeira, preto de Niort, para coñecer o fermoso Parque Natural du Marais Poitevin, todo un descobremento nesta zona.
A segunda, nas Landas, para pasar uns días nas interminables praias do Atlántico, rodeada de inmensos pinares.
A volta a casa.
Nos últimos días da viaxe, fixemos catro paradas co obxectivo de facer máis escalonada a volta a casa. A primeira parada foi en Sumbilla, onde vimos as covas próximas de Zugarramundi e Urdax.
As seguintes foron as tres en Asturies: Colombres, Candás e Castropol, todos fermosos lugares preto da costa.
Tras unha volta relaxada e escalonada, rematamos a viaxe despois de 49 días en caravana, máis outros tres para ir a buscala ate Girona. En total 52 días,nos que fixemos 7511.5km en coche e 436 en bicicleta, que foron unha experiencia completamente nova para nós, e da que gozamos máis do que esperabamos.
Gastos.
Total gastos da viaxe, incluíndo absolutamente todo (cámpings, gasolina, peaxes, comidas, cafés, bebidas, supermercados,….) en 52 días (tendo en conta os 3 días de viaxe a maiores para ir ate Girona a pola caravana) para 2 adultos e un neno de 4 anos: 6109.73 €, unha media de 117.5 € por día.
Ate aquí o diario da viaxe do noso primeiro contacto coa caravana. Espero que vos gustase e, como é habitual neste blogue, se tendes algunha dúbida ou se queredes deixar algún consello máis, non dubidedes en escribir un comentario.
Guía da visita á Fervenza da Toxa e ao Mosteiro de Carboeiro
A Fervenza da Toxa e o Mosteiro de Carboeiro son dous grandes atractivos turísticos do Concello de Silleda. Situados un do outro a pouco máis que 6 quilómetros, son dous destinos que ben merecen unha visita.
Se empezamos pola Fervenza, a mellor forma de chegar até ela é desde Bandeira, seguindo a estrada PO-204 en dirección Merza – Vila de Cruces. Ao pouco de pasar Bandeira, xa a veremos indicada, e non hai máis que virar á dereita e seguir as indicacións.
Chegaremos a un amplo aparcamento onde deixaremos o noso vehículo, e despois continuaremos andando por unha ruta perfectamente sinalizada.
A ruta a pé é duns dous quilómetros, ainda que ten bastante pendente. Penso que non é difícil para unha persona cun mínimo de forma física.
Pódese facer perfectamente con nenos, de feito, nós a fixemos cun neno de 2 anos e medio que foi andando sen problemas, mais penso que tamén podería ir un carriño de roda grande.
Ao pouco de empezar a ruta, antes de comenzar a dura baixada, veremos un indicador que, se nos desviamos á dereita, nos leva até un espléndido miradoiro, non só da fervenza, tamén do Val do Río Deza.
Despois voltaremos ao camiño anterior para comenzar o descenso á fervenza. É un camiño que, a pesar da pendente, é bastante agradable, xa que vai case sempre á sombra de moitas especies frondosas, entre as que destacan o carballo e a sobreira.
E despois de algo menos de dous quilómetros de descenso chegaremos á fermosa Fervenza da Toxa, para min unha das máis fermosas do País. A súa maxestuidade dependerá, como é lóxico, do caudal do Río Toxa nesa época do ano, polo que as mellores épocas para visitala son nas máis chuviosas.
Sería imperdoable visitar a Fervenza da Toxa e deixar de lado o Mosteiro de Carboeiro. De feito, mesmo se pode combinar cunha ruta de sendeirismo que une estos dous lugares.
Nós, como levabamos un neno moi pequeno, continuamos ate Carboeiro por estrada no noso vehículo. É dificil perderse, xa que está ben sinalizado. Saíndo do aparcamento da fervenza, e voltando á PO-204 en dirección Bandeira, veremos ao pouco un sinal que nos fará virar á esquerda.
Non hai máis que seguir a sinalización para, tras uns 6 quilómetros, chegar ao Mosteiro de Carboeiro. Alí si que se pode estacionar xusto ao carón do mosteiro.
O primeiro que faremos ao chegar será visitar o mosteiro, sempre e cando esté aberto.
Despois, recomendo pasear polos arredores, xa que atractivos non lle faltan.
Hai unha senda botánica que se pode facer nuns minutos, que nos levará por unha fermosa fraga onde veremos un pombal e un muíño.
Ademais, se tomamos un camiño que sae xusto á chegada ao mosteiro á esquerda, iremos por un sendeiro polo que cruzaremos o Río Deza por unha ponte medieval.
Pois isto é todo! Espero que esta pequena guía vos sexa útil e que vos guste esta ruta polo menos tanto coma a min. E xa sabedes que, como é habitual neste blogue, se tendes algunha dúbida, ou queredes deixar aquí algún consello máis, non dubidedes en escribir un comentario.
Xa sexa para gozar de praias a temperaturas suaves no verán, para contemplar belas paisaxes ou polo seu patrimonio, comparto convosco esta ruta que se pode facer con calma en, como mínimo, uns cinco días
A RUTA
Desde Ribadeo a San Cibrao
Ribadeo – Rinlo – Praia das Catedrais – Foz – Burela – Sargadelos – San Cibrao
Empezamos a ruta en Ribadeo, a primeira localidade que nos atopamos tras cruzar a ponte da A8 desde Asturias. En Ribadeo, podemos ver algún edificio modernista no centro, así como baixar ate o porto para pasear ou comer nos seus restaurantes.
Se saímos pola pequena estrada que bordea a costa, pola coñecida Estrada do Faro, chegaremos ate o faro da Illa Pancha, tras pasar xunto os restos do antigo Forte de San Damián.
Desde Illa Pancha continuaremos ate Rinlo, un pintoresco pobo de pescadores, onde faremos unha parada antes de visitar un dos lugares máis coñecidos da Mariña e de toda Galicia: A Praia das Catedrais.
A Praia das Catedrais é unha parada imprescindible para todo viaxeiro que visite esta zona, e é un lugar que pode chegar a estar saturado en tempada alta, onde se aplican restricións na súa visita. Recomendo vela coa marea baixa e en horas onde non haxa moita xente, xa que así poderemos gozar moito mellor deste lugar.
Desde a Praia das Catedrais podemos continuar pola estrada da costa, xunto a varias praias do municipio de Barreiros que, por desgraza, algunhas están rodeadas de feos bloques de edificios froito dun desenvolvemento urbanístico salvaxe.
Despois chegaremos a Foz, cunhas praias que pagan a pena; e continuaremos pola N-642 en dirección Burela, facendo antes unha parada en Fazouro, para ver o seu pequeno castro xunto ao mar. Desde Burela temos a opción de tomar a estrada costeira ate San Cibrao, ou seguir pola N-642 desviándonos un pouco para ver Sargadelos, unha fábrica de cerámica tradicional galega (visita gratuíta), moi importante na nosa cultura.
E chegamos a San Cibrao, para visitar o Museo do Mar, e dar un paseo ate o seu faro.
Desde San Cibrao a Estaca de Bares
San Cibrao – Punta Roncadoira – Viveiro – O Barqueiro – Estaca de Bares
Desde San Cibrao seguimos a LU-862 directamente ate Viveiro ou, se temos tempo, desviarnos polas pequenas estradas costeiras para contemplar a Punta de Roncadoira ou algunha fermosa praia como a de Area.
Viveiro é a localidade costeira da Mariña Lucense que ten o casco antigo mellor conservado. E é que Viveiro foi moi importante xa desde a idade media, con título de cidade desde hai xa varios séculos.
Nela destaca a Porta de Carlos V, así como varios mosteiros e igrexas (aquí celébrase con gran devoción a Semana Santa) e restos da súa antiga muralla.
Despois de pasar Viveiro temos a opción de continuar directamente ata O Barqueiro ou seguir polas pequenas estradas costeiras que nos levarán polo Miradoiro da Insua, Praia da Brela, a escarpada Punta do Fuciño do Porco ou a Praia de Xilloi.
Tras cruzar O Vicedo chegaremos ate a Ría de O Barqueiro, onde desemboca o Río Sor, formando un dos estuarios máis fermosos da Galiza coa preciosa Praia de Arealonga.
Aquí acaba a Provincia de Lugo, e entramos na provincia da Coruña ate a coñecida Estaca de Bares, un dos faros máis famosos de Galicia, pasando polas pintorescas poboacións de O Barqueiro e Bares.
Desde Estaca de Bares a Ferrol
Estaca de Bares – Ortigueira – Cariño – Cabo Ortegal – San Andrés de Teixido – Cedeira – Valdoviño – Ferrol
Desde Estaca de Bares hai que voltar de novo a estrada AC-862, para continuar en dirección a Ortigueira.
Ao longo de esta estrada podemos desviarnos en varias ocasións cara á costa, por exemplo para ver os Cantís de Loiba (onde din que está o banco coas mellores vistas do mundo), ou a vila de Espasante co seu miradoiro de A Vela.
Ortigueira é moi coñecida polo seu Festival Internacional do Mundo Celta, que se celebra a principios do mes de Xullo, mais tamén pola súa fermosa ría e praias como a de Morouzos.
Ao pasar Ortigueira, desviámonos á dereita pola DP-6121 en A Ponte de Mera para, despois de visitar Cariño, chegar ao Cabo Ortegal, un dos lugares máis espectulares do País.
Despois do Cabo Ortegal, imos tomar unha estreita estrada (DP-2205) con moitas curvas que nos levará ate San Andrés de Teixido, a través dunhas paisaxes que pagan ben a pena.
San Andrés de Teixido, a onde vai de morto quen non foi de vivo, é un dos lugares máis coñecidos da Galiza. A visita a este santuario, situado no medio dos Cantís de Vixía de Herbeira, é imprescindible nesta ruta.
Continuamos pola estrada que nos levará ate Cedeira, vila mariñeira dentro da Ría do mesmo nome, e seguiremos pola AC-566 ate Valdoviño.
Aquí, desviarémonos polas estradas da costa para ver a enorme praia de Valdoviño e os faros da Frouxeira, Prior e Prioriño, así como as Lagoas de Valdoviño e Doniños.
Chegamos pola estrada costeira DP-3612 a Ferrol, tras pasar o Castelo de San Felipe.
Desde O Ferrol a Coruña
O Ferrol – Fene – Mugardos – Ares – Redes – Cabanas – Pontedeume – Miño – Betanzos – Sada – Mera – A Coruña
Despois de visitar Ferrol, entramos no conxunto de rías coñecidas como o Golfo Ártabro, composto polas rías de Ferrol – Fene, Pontedeume – Cabanas, Betanzos e A Coruña. Así, continuaremos por Fene ate a vila mariñeira de Mugardos, onde desde o Miradoiro de a Bailadoira hai boas vistas da ría.
En Ares, temos unha boa praia mais, se queremos gozar dun fermoso pobo mariñeiro con arquitectura tradicional, debemos parar en Redes, un imprescindible nesta etapa.
Se seguimos buscando boas praias, hai unha moi boa en Cabanas e, despois de pasear polo casco antigo de Pontedeume, podemos visitar o Parque Natural das Fragas do Eume ou continuar polas praias de Ber, Perbes e Miño, indo pola estrada da costa (DP-4803).
Se aínda queremos máis praias, debemos seguir cara Sada, tras pasar a de Gandarío. Mais recomendo desviarse un pouco da ruta costeira cara o interior da ría pola N-651, ate a cidade medieval de Betanzos.
Desde Sada, o mellor é seguir pola estrada da costa AC-163, facendo algún desvío na ruta ate sitios como o pequeno porto de Lorbé ou o Faro de Mera, na Paisaxe Protexida da Costa de Dexo.
Despois de Mera, aínda veremos boas praias de camiño ao noso destino desta ruta: a cidade de A Coruña.
Esta é a miña ruta proposta para coñecer o mellor da costa Norte galega. Como é habitual neste blogue, se tedes algunha dúbida, ou se xa a coñecedes e queredes deixar algunha recomendación máis, non dubidedes en escribir un comentario.
Coñécese a Mariña Lucense como a costa da provincia de Lugo, bañada polas augas do Mar Cantábrico. É unha zona que está en auxe desde o punto de vista turístico, e é que atractivos non lle faltan. Xa sexa para gozar de praias a temperaturas suaves no verán, para contemplar belas paisaxes ou polo seu patrimonio artístico, comparto convosco esta ruta que se pode facer con calma en, como mínimo, dúas ou tres días.
A RUTA
Desde Ribadeo a San Cibrao
Ribadeo – Rinlo – Praia das Catedrais – Foz – Burela – Sargadelos – San Cibrao.
Empezamos a ruta en Ribadeo, a primeira localidade que nos atopamos tras cruzar a ponte da A8 desde Asturias. En Ribadeo, podemos ver algún edificio modernista no centro, así como baixar ata o porto para pasear ou comer nos seus restaurantes.
Se saímos pola pequena estrada que bordea a costa, pola coñecida Estrada do Faro, chegaremos ata o faro da Illa Pancha, tras pasar xunto os restos do antigo Forte de San Damián.
Desde Illa Pancha continuaremos ata Rinlo, un pintoresco pobo de pescadores, onde faremos unha parada antes de visitar un dos lugares máis coñecidos da Mariña e de toda Galicia: A Praia das Catedrais.
A Praia das Catedrais é unha parada imprescindible para todo viaxeiro que visite esta zona, e é un lugar que pode chegar a estar saturado en tempada alta, onde se aplican restricións na súa visita. Recomendo vela coa marea baixa e en horas onde non haxa moita xente, xa que así poderemos gozar moito mellor deste lugar.
Desde a Praia das Catedrais podemos continuar pola estrada da costa, xunto a varias praias do municipio de Barreiros que, por desgraza, están rodeadas de feos bloques de edificios froito dun desenvolvemento urbanístico salvaxe.
Despois chegaremos a Foz, cunhas praias que pagan a pena; e continuaremos pola N-642 en dirección Burela, facendo antes unha parada en Fazouro, para ver o seu pequeno castro xunto ao mar. Desde Burela temos a opción de tomar a estrada costeira ata San Cibrao, ou seguir pola N-642 desviándonos un pouco para ver Sargadelos, unha fábrica de cerámica tradicional galega (visita gratuíta), moi importante na nosa cultura.
E chegamos a San Cibrao, onde podemos visitar o Museo do Mar, e dar un paseo ata o seu faro.
Desde San Cibrao a Estaca de Bares
San Cibrao – Punta Roncadoira – Viveiro – O Barqueiro – Estaca de Bares
Desde San Cibrao podemos seguir a LU-862 directamente ata Viveiro ou, se temos tempo, desviarnos polas pequenas estradas costeiras para contemplar a Punta de Roncadoira ou algunha fermosa praia como a de Area.
Viveiro é, xunto a Mondoñedo, as dúas localidades da Mariña Lucense que teñen un casco antigo nun bo estado de conservación. E é que Viveiro foi unha localidade moi importante xa desde a idade media, con título de cidade desde hai xa varios séculos.
Nela destaca a Porta de Carlos V, así como varios mosteiros e igrexas (aquí celébrase con gran devoción a Semana Santa) e restos da súa antiga muralla.
Despois de pasar Viveiro temos a opción de continuar directamente ata O Barqueiro ou seguir polas pequenas estradas costeiras que nos levarán polo Miradoiro da Insua, Praia da Brela, a escarpada Punta do Fuciño do Porco ou a Praia de Xilloi.
Tras cruzar O Vicedo chegaremos ata a Ría de O Barqueiro, onde desemboca o Río Sor, formando un dos estuarios máis fermosos da Galiza coa preciosa Praia de Arealonga.
Aquí acaba a Provincia de Lugo, aínda que recomendo seguir uns poucos quilómetros máis pola provincia da Coruña ata a coñecida Estaca de Bares, un dos faros máis famosos de Galicia, pasando polas pintorescas poboacións de O Barqueiro e Bares.
O interior da Mariña Lucense
Lourenzá – Mondoñedo – Alfoz – Ferreira do Valadouro – San Martiño de Mondoñedo
Sen afastarnos moito da costa, a Mariña Lucense ten tamén moitos lugares de interese. Se imos cara o interior seguindo a N-634, pasaremos por Lourenzá, co seu gran Mosteiro de San Salvador, unha parada previa antes de chegar á imprescindible Mondoñedo.
Mondoñedo foi unha localidade crave na historia da Galiza. Nela atópase a súa catedral, edificio importante da que foi unha das capitais do antigas sete provincias galegas, que se atopa en perfecta harmonía cun centro histórico moi ben conservado.
Desde Mondoñedo sairemos pola LU-160 ata Alfoz, para facer unha parada no Castelo de Castrodouro, para seguir ata Ferreira do Valadouro.
Desde aquí, voltaremos cara á costa pola LU-152 en dirección Foz, para visitar a xoia románica de San Martiño de Mondoñedo, que ben merece ser declarada Patrimonio da Humanidade (e están a recoller firmas para iso).
COMO CHEGAR
A Mariña Lucense está moi ben comunicada a través da autoestrada A8, xa sexa desde o Leste como desde o Sur. Se vés desde cidades como O Ferrol ou A Coruña, é máis turístico chegar pola carrereta AC-862, pasando por Ortigueira.
ONDE DURMIR
En toda a Mariña Lucense hai unha ampla rede de aloxamentos de toda clase e adaptadas a todo tipo de orzamentos, así como numeros establecementos de turismo rural.
Recomendo reservalos a través da web galega Sente Galicia, xa que funciona moi ben, e pódense atopar distintas opcións de escapadas a prezos moi económicos.
GASTRONOMÍA
Hai moitísimos restaurantes por toda a zona onde podemos probar numeros pratos dunha calidade excelente. Estamos na Galiza, e iso nótase. Pero o que máis recomendo na Mariña son o peixe e mariscos, xa que nela hai importantes portos pesqueiros, onde aseguramos unha materia prima fresca e de boa calidade.
PRAIAS
Se non queremos bañarnos en praias saturadas de xente, a Mariña Lucense é o noso destino ideal. Aínda que no verán son frecuentes os días con algo de humidade, en canto sae o sol estas praias son unha auténtica delicia. Ademais, como están bañadas polo Mar Cantábrico, a auga non está tan fría como as do Atlántico galego. Son moi famosas as praias de Benquerencia, Foz, Llas, Area, Covas, Brela, Xilloi ou Arealonga.
Esta é a miña ruta proposta para coñecer o mellor da Mariña Lucense. Como é habitual neste blogue, se tedes algunha dúbida, ou se xa a coñecedes e queredes deixar algún consello máis, non dubidedes en escribir un comentario.
A Costa da Morte é un dos lugares máis coñecidos da Galiza. O seu nome fai referencia aos numerosos naufraxios acontecidos ao longo dos séculos nas súas augas, sometidas á dureza máis extrema do Atlántico.
E que o mar aquí bate moi forte, especialmente no inverno, deixándonos unhas das paisaxes máis abruptas e salvaxes de Europa, embelecidos aínda máis polas súas impresionantes postas de sol.
Calquera época é boa para achegarse ata a Costa da Morte. No verán, polo respiro que nos dá o seu clima, que nos fará gozar das súas praias, case desertas, ata altas horas da tarde (aquí é onde se pon o sol máis tarde do continente europeo en determinadas épocas do ano).
O resto do ano, para vivir a forza do mar nas súas costas máis abruptas,así como gozar das súas paisaxes e gastronomía coa menor saturación da época estival.
Comparto aquí, convosco, esta ruta que deseñei pola Costa da Morte, unha zona que coñezo moi ben, xa que vivín nela durante 17 anos.
A ruta pódese facer nuns catro días, aínda que recomendo aumentala ata como mínimo unha semana,para gozar de todos estes lugares con máis calma.
Partindo da vila mariñeira de Malpica, seguiremos unha pequena estrada preto da costa ata a Ermida de Santo Adrián, onde hai un miradoiro.
Durante o traxecto, podemos ver as Illas Sisargas, unhas illas cun pequeno faro, que están deshabitadas. A nosa seguinte parada será Punta Nariga, cun curioso faro de recente construción nun bonito enclave con todo o Atlántico de fondo. Desde aquí, tamén se poden ver as Illas Sisargas ao Norte.
Despois, continuaremos ata Corme. Este pobo mariñeiro é un bo punto para comer marisco nalgún dos seus restaurantes, onde probaremos os percebes que se collen na zona. Moi preto de Corme, podemos contemplar a arquitectura tradicional cun bo número de hórreos en Corme – Aldea (non confundir coa poboación de Corme, onde está o porto), e na aldea de O Roncudo.
Se seguimos a estrada desde Corme cara ao Oeste,chegaremos ata a Punta de O Roncudo, cun faro e numerosas cruces que nos lembran as vidas que se levou o mar neste lugar.
Desandando os últimos quilómetros antes de chegar a Corme, e seguindo despois pola AC-424, chegaremos á localidade de Ponteceso, coñecida por ser o lugar de nacemento do noso poeta do Rexurdimento Eduardo Pondal, creador da letra do Himno Galego.
En Ponteceso, cruzamos o Río Anllóns e continuaremos pola AC-429 ata Laxe, cunhas vistas preciosas da Ría de Corme e Laxe e a desembocadura do Río Anllóns. Laxe, conta cunha enorme praia que veremos xusto cando cheguemos ao pobo.
E se cruzamos Laxe seguindo rumbo ao Oeste, podemos ver o seu faro e a curiosa Praia dos Cristais, cunha area moi particular que lle dá este nome.
Saímos de Laxe pola AC-433 en dirección Sur para achegarnos ata Camelle. Durante o camiño, é boa idea facer unha parada na Lagoa de Traba, xusto á beira da praia co mesmo nome.
Unha vez en Camelle, o máis coñecido deste pequeno pobo pesqueiro, é o Museo de Man, un curioso artista que viviu durante anos neste lugar e ao que tiven a sorte de coñecer.
Desde Camelle, imos seguir a estrada da costa que pasa por Arou en dirección ao Cabo Vilán. Pouco despois de Arou converterase nunha pista de terra, pero recoméndolles continuar sen medo: está en bo estado para calquera turismo e, sobre todo, faravos gozar dun dos tramos máis belos e salvaxes da Costa da Morte.
Á beira desta estrada, podemos ver o espectacular Monte Branco, unha gran duna que se alza varios metros pola montaña desde a fermosa Praia de Trece.
Tamén pasaremos á beira do Cemiterio dos Ingleses, que nos lembra un dos naufraxios máis terribles desta costa. A pista acaba preto do Cabo Vilán, co seu impoñente faro.
Desde Cabo Vilán continuamos cara Camariñas, onde nos apetecerá unha boa mariscada antes de seguir camiño a Muxía.
Para ir a Muxía, sairemos de Camariñas pola AC-432 ata Ponte do Porto, e cruzaremos o Río Anllóns por unha estrada na cal, a uns poucos quilómetros de Ponte do Porto, veremos sinalizado a Praia do Lago, unha das miñas praias favoritas desta zona. Se seguimos esta estrada preto da costa chegaremos, finalmente a Muxía.
Muxía é coñecida polo seu Santuario da Virxe da Barca, onde diríxense moitos peregrinos que queren facer este variante do Camiño rumbo a Fisterra. Á beira do santuario, está a famosa Pedra de Abalar.
Ao saír de Muxía dirixirémonos ao punto máis occidental da Europa continental: o Cabo Touriñán. Aquí, un panel explicativo cóntanos que este abrupto e belo enclave é o lugar onde máis tarde se pon o sol de todo o continente en determinadas épocas do ano.
A nosa seguinte parada será moi preto, seguindo a costa, nunha das mellores praias da Costa da Morte para facer surf: Nemiña. Desde Nemiña, podemos seguir ata Lires e ver a mesma praia desde a Praia de Lires, así como a desembocadura do Río Castro.
Desde Lires, teremos dúas opcións. A primeira é ir cara Fisterra polas estreitas estradas da costa, pasando pola aldea da Canosa, así como á beira dunha das praias máis salvaxes desta costa: O Rostro, onde en 1987 naufragou o Casón.
A outra opción é ir por unha mellor estrada pola ría, pasando por Corcubión, unha vila que aínda ten unhas cantas casas ben conservadas.
A ruta costeira acaba no Cabo Fisterra, o «fin da terra», un dos lugares máis visitados da Galiza, tras pasar a localidade do mesmo nome.
Fisterra e o seu faro, ademais de ser frecuentado por miles de turistas cada ano, tamén recibe a chegada de miles de peregrinos. Está claro que o lugar é moi especial.
O Interior
Ézaro – Olveiroa –Dolmen Pedra da Arca – Vimianzo – Muíños do Mosquetín –Dolmen de Dombate – Castro de Borneiro – Buño.
Na Costa da Morte tamén temos cousas moi interesantes que ver no seu interior. Se saímos de Fisterra, voltaremos a Corcubión e Cee para, a partir desta localidade, seguir pola estrada da costa en dirección a Muros durante uns quilómetros. A nosa seguinte parada será Ézaro, un bonito pobo do Concello de Dumbría onde é imprescindible ver a súa fervenza que acaba no mar.
A cantidade de auga desta fervenza dependerá de se está aberto ou non o encoro próximo. Desde o pobo de Ézaro, recomendo subir por unha estrada de gran pendente (foi final da Volta Ciclista a España en 2013), ata o miradoiro do encoro, cunhas espectaculares vistas do Cabo fisterra e o Monte Pindo (se tedes tempo, recomendo un día para subilo, como conto nesta entrada).
Desde Ézaro continuaremos por unha estrada sen apenas tráfico ata Olveiroa, unha aldea con varias casas de arquitectura tradicional e etapa do Camiño de Santiago ata Fisterra. Despois, seguiremos en dirección Vimianzo, por unha zona onde existen varios dólmenes que valen apena ver, por exemplo, o Dolmen da Pena da Arca, preto de Baíñas.
Unha vez en Vimianzo debemos visitar o castelo, unha das mellores fortalezas medievais da Galiza. Conta cun museo e varias mostras de artesanía en directo.
A pouca distancia de Vimianzo, seguindo a estrada AC-552 en dirección á Coruña, temos os Muíños do Mosquetín, un bo exemplo de industria tradicional de aproveitamento da auga.
Acabaremos a nosa ruta con dúas xoias arqueolóxicas da zona. A primeira, o Dolmen de Dombate, que conta ademais cun centro de interpretación.
E a moi pouca distancia, o Castro de Borneiro, un dos máis importantes da Galiza.
Para terminar, se estades interesados na olería, podedes acabar a ruta na localidade de Buño, moi coñecida pola súa cerámica.
Esta é a miña ruta proposta para coñecer o mellor da Costa da Morte. Como é habitual neste blogue, se tedes algunha dúbida, ou se xa a coñecedes e queredes deixar algún consello máis, non dubidedes en escribir un comentario.
As principais propostas do sector turístico no Turexpo 2018 de Silleda
Tras a nosa visita ao pasado Turexpo 2018 de Silleda, comparto con vós o que consideramos as mellores propostas turísticas que alí coñecimos, moitas de elas ben Seguir leyendo Turexpo 2018→
Guía práctica para facer a ruta dos Muíños do Folón e Picón
A ruta dos Muíños do Folón e Picón é unha das máis coñecidas do País. Está situada na aldea de Martín, no Concello do Rosal, ao Sur da Provincia de Pontevedra, moi preto da fronteira con Portugal.
A peculiaridade deste percorrido é que camiñaremos entre un total de 67 muíños, declarados Ben de Interese Cultural, así coma entre fermosas paisaxes do Val do Rosal.
Aínda que hai moitos castros espallados por todo o territorio galego, moi poucos se encontran nunha paraxe tan curiosa como o Castro de Candaz.
Situado nunha península no Río Miño, en plena Ribeira Sacra, o primeiro que debemos saber é que este castro está case todo o ano baixo as augas do Encoro de Belesar, así que só teremos uns poucos días ao ano (salvo casos de sequías prolongadas ou traballos de mantemento do encoro) para poder visitalo, polo xeral Seguir leyendo Visita ao Castro de Candaz→